Durante Semana Santa y Navidad, parece ser que aflora mucho la tradición cristiana en gente sin fe, y es que a los ateos les gusta festejar las celebraciones cristianas, pero cogiendo solamente los apartados de disfrute como son las comidas, los dulces típicos y los demás matices festivos, dejando a un lado los aspectos ascéticos y de sobriedad como son el ayuno-abstinencia, la oración o la caridad, que lejos de ser un castigo mejorarán nuestra salud física, mental y social.
>> El tan de moda ayuno intermitente, no es nada nuevo y los cristianos lo vienen realizando desde hace mucho tiempo en el miércoles de ceniza, en el viernes santo y en otros días puntuales para fomentar la claridad mental que incite a la oración. Está demostrado sus beneficios para la salud, al mejorar la flexibilidad metabólica teniendo una repercusión muy positiva en la mayor parte de las enfermedades actuales.
>> La abstinencia de comer carne en los viernes de cuaresma, los miércoles de ceniza y el viernes santo, es a menudo utilizado en dietas restrictivas para depurar el organismo del consumo de carnes, grasas y embutidos que, si bien no son del todo malos, damos un cierto descanso al cuerpo y al sistema digestivo.
>> Previo a la Semana Santa se proponen 40 días de cuaresma que sirven preparación espiritual y sacrificio, fomentando el amor y la caridad con los que nos rodean. Parece ser que colaborar en las labores sociales de la iglesia y fomentar sus valores (amor, respeto, honestidad, confianza, pulcritud, sinceridad, compañerismo, responsabilidad, lealtad, compromiso, superación, obediencia, amabilidad, justicia, fidelidad, …) está pasado de moda, y para colmar ese instinto natural de los seres humanos de hacer cosas buenas nos decantamos por el voluntariado social que está mejor visto de cara a la galería y a las redes sociales.
>> En cuanto a la oración, ya sabéis el rechazo que produce fuera del ámbito de los creyentes; y si vamos a clases de meditación, relajación y mindfullness es mucho más wuai. Si lo analizamos, veremos similitud con las oraciones cristianas, misas, novenas, bendición de la mesa… en las que se calma la mente y se deja a un lado «el yo».
Como dato curioso, decir que las personas que acuden regularmente a misa y tienen fe, viven más y con mejor calidad de vida, siendo numerosas las investigaciones que lo corroboran: metaanálisis, estudio.1, estudio.2, estudio.3, estudio.4, estudio.5, estudio.6, estudio.7, estudio.8, estudio.9, estudio.10, estudio.11, estudio.12.
Hecha esta “reflexión religiosa” en la que se deja claro que el ayuno intermitente, el mindfullness y el voluntariado social, aspectos tan de moda actualmente ya estaban inventados desde hace tiempo, vamos a centrarnos ahora en como los «deportistas intelligent-es» (así llamados los que tienen sentido común, que es el menos común de los sentidos), pueden aprovecharse de estas 4 SENCILLAS PRÁCTICAS CRISTIANAS PARA MEJORAR LA SALUD Y EL RENDIMIENTO DEPORTIVO:
1. Uno de los mejores momentos del día para hacer deporte y ejercicio es a primera hora de la mañana yendo con el estómago vacío (ayuno), siempre y cuando la actividad deportiva no supere la hora de duración, de esta manera potenciamos la flexibilidad metabólica y convertimos un simple ayuno de 10-12 horas en algo similar a haber ayunado 18-24 h sin haber hecho ejercicio. ¡Fíjate un día semanal para ello!
2. Antes de las 2 o 3 comidas principales del día trata de hacer un rato de meditación dando gracias por los alimentos que vas a tomar, dejando la mente en blanco de los problemas y preocupaciones. Meditar no es del todo fácil y requiere entrenamiento, por eso aconsejo realizar alguna oración sencilla y dar gracias por las cosas buenas que nos hayan acontecido; esto calmará la mente y activará el sistema nervioso parasimpático que es el que favorece la recuperación orgánica y una mejor digestión.
3. Busca un día de la semana en la que descanses deportivamente, e intenta hacer una obra de caridad llamando o tomando un café con algún familiar-conocido que necesite un rato de nuestra atención, pues nos hará sentir más relajados y con menos estrés, lo que sin duda aumentará la regeneración muscular.
Te recuerdo que para hacer el bien a los demás tenemos que encontrarnos bien con nosotros mismos.
4. Visitar GRATIS alguna de las muchas iglesias, ermitas y lugares de culto que tenemos en toda la geografía española, ayudará a tener un rato de recogimiento sin ningún ruido exterior que nos distraiga, y también servirá para sosegar nuestra agitada mente por la hiperestimulación constante del móvil, la televisión, las redes sociales, los mensajes, las llamadas y las tareas pendientes
Dadas estas recomendaciones, te animo a dar importancia a lo sustancial de la vida, y aunque hay cosas materiales importantes, muchas veces nos desvían la atención de nuestra meta que es la de ayudar y hacer felices a los que nos rodean, para así ganarnos el cielo en esta vida, y si tenéis fé religiosa, también en la vida futura.
¡¡Inténtalo pues no tienes nada que perder!!
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