¿Debería haber una categoría de padres/madres en las pruebas populares?

Cualquier competición popular que se disputa hoy en día tiene multitud de franjas de edad donde medirnos con otros deportistas de nuestro género y de quinta similar, abundando sobre todo las categorías de veteranos de más de 40, más de 50 y más de 60 años en cualquier prueba de fondo como triatlones, carreras de asfalto y montaña, pruebas cicloturistas y de MTB.

Incluso no son pocas carreras que por muy humildes y de pueblo sean, incluyen categorías cada 5 años desde los 30, así que no es raro que una gran parte de los participantes se suban al pódium, con la ilusión que eso les genera.

A mi modo de ver, creo que la igualdad de las categorías se debería determinar también en base a otros dos parámetros, entre ellos estos dos que son los primeros que me vienen a la cabeza:

> Tipo de trabajo: ¿están en igualdad de condiciones un funcionario y un autónomo?

> Número de hijos: ¿es lo mismo salir a entrenar con 3 hijos que con ninguno?

Es obvio, que pueden influir más estos dos parámetros que la propia edad a la hora de establecer de manera objetiva una igualdad de condiciones en las categorías, que se suponen que son populares y tratan de primar una equidad competitiva.

Seguro que habéis pensado que esto es exagerado, y desde luego lo es, pero no deja de ser una simple reflexión con la sana intención de dejar claro que a veces, el que llega en el puesto 85 de una categoría, con un trabajo exigente y varios hijos a los que atender, tiene más mérito que el que tiene un cómodo trabajo y está soltero viviendo aún con sus padres.

Aunque esto no es lo más relevante, si que debemos tener claro que no hay que darle demasiada relevancia a los pódiums de las pruebas populares, porque sin duda a veces los verdaderos ganadores no son los que se suben al pódium, y debemos fijarnos más en la esencia del propio deporte practicado.