¡¡Elimina las agujetas!!

Las agujetas no son más que esos dolores musculares que aparecen al cabo de un par de días tras una actividad a la que muscularmente no estábamos preparados, bien por ser demasiado intensa o extensa en el tiempo.

A nivel fisiológico, el término agujetas hace referencia al dolor muscular tardío (Delayed Onset Muscle Soreness) por eso se suelen denominar en científicamente como DOMS, aunque coloquialmente se llaman agujetas porque el dolor característico que se siente es como si nos clavaran agujas en las musculatura afectada.

Nunca aparecen nada más acabar la actividad, sino en las 24-48 horas posteriores, y aunque no es una lesión como tal, lo cierto es que el dolor que provocan puede ser tan intenso que incapacitan para muchos de los gestos cotidianos.

Hace tiempo, se pensaba que se debían al depósito de cristales de ácido láctico en el músculo, pero esa teoría fue desterrada, y hoy en día se sabe a ciencia cierta que es debido a las microrroturas musculares y su posterior inflamación, causado por ejercicios a los que no estamos acostumbrados.

Por tanto, el origen de las agujetas se encuentra en la falta de adaptación del músculo a la tensión mecánica que ha tenido que soportar, ya sea por la excesiva intensidad o elevado tiempo de uso, siendo los ejercicios excéntricos, —aquellos que a pesar de haber contracción, el músculo no se acorta sino que se alarga—, en los que más agujetas se generan, como por ejemplo cuando bajamos una cuesta, o realizamos saltos de impulso y posterior frenado.

Los remedios de la abuela no suelen dar resultado para mitigar las agujetas, por lo que beber agua con azúcar poco puede hacer, y si bien tomar agua nos hidrata y el azúcar sirve para rellenar los depósitos de glucógeno muscular, lo cierto es que no será la solución para eliminar las inflamaciones musculares provocadas por las agujetas, que como dijimos no son más que roturas microscópicas en las fibras musculares.

No nos queda otra que esperar y tener paciencia, y saber que un poco de movimiento posterior no solo no es malo, sino que ayudará a calentar la zona para que duela menos; además el ejercicio aeróbico genera sustancias antiinflamatorias de manera natural que mitigan el dolor.

Hay veces que malestar es tal que no nos permite hacer vida normal, y en esos casos, no quedaría otra que quedarnos en casa reposando, y ya en casos más extremos tomar algún analgésico con prescripción médica para así aliviar las molestias de cara a seguir con las obligaciones diarias.

Entonces, ¿no hay ningún otro remedio casero?, pues realmente no existe nada mágico, y lo único efectivo es lo de moverse de manera más suave para lograr mayor irrigación sanguínea en la zona y por ese pequeño efecto inflamatorio del ejercicio aeróbico; así que lo de los baños de agua caliente y las cremas antiinflamatorias no lo recomiendo.