Este sabio refrán que decía el abuelo de uno de mis pupilos, y que el otro día saltó a colación en una conversación sobre entrenamiento, ha dado pie a un consejo de perogrullo pero que a menudo los deportistas pasamos por alto.
La cuestión es que, quien más o quien menos, cuando practicamos una modalidad deportiva queremos hacerlo bien y dedicamos mucho tiempo a prepararse para adaptar su organismo al esfuerzo físico requerido en cuestión; si somos nadadores echaremos muchas horas mirando a la raya de la piscina, si somos futbolistas patearemos más de un millón de veces la pelota para afinar la puntería y si somos ciclistas pues daremos tantos pedales como para que se para que se acaben los ceros si diese una cifra. En cualquier caso vemos como se produce una especialización para así mejorar el rendimiento, y no habría problema alguno si lo hacemos paulatinamente, pero el problema surge cuando nos apresuramos y buscamos conseguir la maestría deportiva sin paciencia y esforzándonos mucho pensando que vamos a conseguir lo que no hemos hecho en el resto de la vida, y aquí os pongo el ejemplo de quienes empiezan a correr y apenas había hecho deporte los 15 años anteriores y de repente quieren comerse el mundo, y en ese instante es cuando mejorarán mucho de manera rápida, algo que les motiva a seguir así pero que les termina lesionando y de ahí la explicación del dicho “Lo que es bueno para el bazo, es malo para el espinazo”.
Del mismo modo podremos aplicar estas sabias palabras a quien se excede en una hiperespecialización sin ser profesional ni que su vida dependa de ello, y es que cuando nos excedemos en el entrenamiento de una cualidad deportiva como por ejemplo andar en bici o o nadar, que a priori no son nada lesivas, puede que sea malo para otras cosas, ya que al no realizar otros deportes en los que se corre como el fútbol o el tenis, se anula el estímulo de formación ósea que responde a la tracción y al impacto, y por tanto puede producir osteoporosis general en nadadores y del tren superior en ciclistas, y en cambio quien solo corre se vemos que se lesiona.
Por todo eso, siempre hay que huir de una especialización y en la variedad de tareas, ejercicios y deportes estará la virtud y aunque luego nos sintamos menos competitivos para la modalidad deportiva en cuestión, veremos como en el día a día con los nuestros (amigos y familiares), en el trabajo y en general rezumamos salud por los 4 costados.
Así que ya sabes, y no te estreses solo en un tipo de ejercicio o modalidad deportiva , y aunque siempre es mejor algo que nada, si solo practicas un deporte, procura no pasarte especializándote en el mismo a no ser que seas un Nadal, Messi y compañía.