Gran parte de los profesionales del deporte actuales (entre los que me incluyo) afirman que el deporte por si solo no adelgaza.
Para ello nos basamos en la observación de miles de personas que realizan ejercicio aeróbico (natación, bici, carrera, trekking…) y no solo no adelgazan, sino que incluso engordan. ¿Nos mienten cuando dicen que hacer deporte aeróbico quema grasas? Realmente no nos mienten, pero hay que profundizar un poco más en el tema.
Si yo siempre hago 1 hora de carrera, mi cuerpo se adapta y cada vez le cuesta menos quemar calorías, por la sencilla razón de que se hace eficiente al ser capaz de correr gastando menos.
Si entreno demasiado y todos los días, el cuerpo interpreta que le voy a pedir grasa de forma directa para obtener energía, con lo cual tenderá a almacenar la mayor cantidad de grasa de todo lo que coma, intentando mantener los depósitos de grasa a tope para cuando haga deporte, con el inconveniente de que, si un día no lo hago, el cuerpo seguirá con la tendencia a guardar grasa y subiré de peso.
Si observamos algunas de las carreras populares que se organizan en nuestro entorno, como Medias Maratones, en la que participan miles de personas, veremos como muchos de los corredores presentan sobrepeso, ya que tienen unos cuerpos muy resistentes que guardan mucha grasa y queman poco; por eso no adelgazan.
Mi consejo, para todas las personas que, motivadas por perder peso y en concreto grasa, quieran hacer un plus de actividad física, es no pasarse con el deporte y centrase en seguir una dieta más sana y equilibrada, debiendo incluir sencillos ejercicios de fuerza ya sea en casa, el parque o el gimnasio, que aunque no quemen calorías al momento incrementan el gasto energético basal y a la larga son más efectivos que el deporte aeróbico, el cual no deberíamos descuidar, pero sin obsesionarse con el tiempo ya que es un error eso de que tengo que pasar de ciertos minutos para empezar a quemar grasa como os contaré próximamente.