¿Cómo influye el peso en el rendimiento de carrera?

«El éxito es hijo de la audacia (Benjamin Disraeli)»

Todos sabemos que cuanto menos pesemos, menos trabajo nos costará correr y en este sentido seguro que has experimentado lo costoso que es correr con una simple mochila aunque no sea muy pesada. Los corredores profesionales tienen esto muy claro y tratan de afinar su peso hasta valores extremos de hasta solo un 3% de grasa corporal, lo que unido a una baja masa muscular, les hace tener un aspecto de mala salud, aunque no lo sea así.

Sabiendo que el peso influye de manera muy directa en el rendimiento del corredor seguro que te preguntas ¿Cuánto mejoraría el rendimiento de un corredor por cada kilogramo de peso perdido?

Un estudio de la Universidad de Georgia vio como al aumentar un 5% en el peso mediante cinturones lastrados, repercutía en torno a 20 segundos sobre una distancia de 3 km, lo que vendría a suponer que por cada kg de peso extra se penalizaría en torno a 2 segundos por kilómetro, algo que no es descabellado, y así lo corrobora un estudio más reciente del 2017, en el que se hizo de una manera más específica al disminuir el peso corporal de los atletas con un sistema de poleas que les permitía correr sin problemas y simulando esta pérdida de peso, lo que suponía una mejora de 2,31 segundos por kilómetro, también en una prueba de 3 km.

Desde mi experiencia personal entrenando a múltiples atletas si que he podido constatar que hay unas mejoras constatables de en entre 2 y 6 segundos por kilómetro por cada kg de peso perdido siempre y cuando sea en su mayor parte de grasa y dentro de unos rangos de peso correctos para el deportista, pues por debajo del peso ideal de rendimiento, que es individual para cada persona, ya no hay mejora e incluso puede haber un peor rendimiento por las alteraciones hormonales que se producen al disminuir demasiado la ingesta calórica y el porcentaje de grasa corporal que nunca debería ser inferior al 7-9 % en hombres y el 13-15% en mujeres.

Y estableciendo una regla aproximada de fácil memorización, podemos decir que cada 1 % de peso perdido mejoramos el ritmo de carrera en torno a otro 1 %. Si ponemos de ejemplo a un corredor que pese 80 kg y corra a 4 minutos por kilómetro una competición de 10 km, se podría hacer un cálculo sencillo si perdiera un 1% de peso (800 gramos), ya que podría correr 2,4 seg. por kilómetro más rápido (que es el 1% de los 240 segundos que tarda en completar un km), y por tanto al final de la prueba de 10 km mejoraría su marca en 24 segundos habiendo perdido solamente 800 gramos de peso.

Hay que ser conscientes de la importancia que el peso tiene para el corredor pero tampoco podemos obsesionarnos con perder peso a toda costa y de manera rápida, pues estaríamos perdiendo masa muscular y comprometiendo los correctos balances metabólicos y hormonales del organismo, teniendo el efecto contrario si no lo hacemos siguiendo un entrenamiento y una alimentación “intelligent-e”.