El descanso y la recuperación son elementos fundamentales para mejorar nuestro rendimiento en combinación con el entrenamiento, y seguro que te preguntaras que diferencia hay entre descasar y recuperarse.
EL DESCANSO hace referencia a los tiempos en los que el cuerpo está completamente relajado sin hacer nada, como cuando dormimos por la noche o echamos la siesta, incluso también se considera descanso aquella actividad en la que no haya demanda física y que la mental sea relajada, como sentarse a ver una revista, leer un libro o disfrutar de una película. Durante este tiempo, el cuerpo pone en marcha los mecanismos necesarios para reconstruir los sistemas afectados con el entrenamiento (principalmente el muscular y el cardiovascular) y producir las adaptaciones necesarias que posibiliten un aumento del rendimiento en sucesivos entrenamientos.
En cambio LA RECUPERACIÓN se relaciona con un tipo de descanso activo (caminatas, paseos suaves en bici, estiramientos, masajes…), en los que la actividad física es moderada o liviana, ya sea de manera activa o pasiva, con vistas a favorecer la reparación y aumentar oxigenación de los tejidos dañados.
Ahora que se han aclarado los términos es más fácil explicar cuando nos conviene más uno u otro y como llevarlos a cabo:
Para descansar adecuadamente simplemente debemos dormir las horas necesarias que en el caso de un deportista se ven incrementadas en una hora más sobre las 7-9 horas recomendadas para la población adulta en general. Además hay que saber programar los días de descanso durante la semana, y este sentido lo más importante es hacer caso a las indicaciones que nos da el cuerpo, y a veces no vale con las propias sensaciones corporales, por lo que habrá que buscar mecanismos un poco más fiables, como la medición de la variabilidad de la frecuencia cardiaca o HRV, que estará elevada aquellos días en los que se precise descansar, debiendo dejar el entrenamiento programado para otro día. La HRV se puede medir simplemente con un pulsómetro que tenga bluetooh para así conectarse a las diversas aplicaciones existentes para el móvil que nos miden este parámetro, generalmente justo en el momento de despertarnos.
En cuanto a la recuperación más adecuada, recomiendo programar siempre alguna actividad liviana, mejor que un descanso total, al día siguiente de haber realizado un ejercicio intenso para acelerar la mejoría.
Para terminar, debemos dejar claro que cada deportista tiene un periodo de descanso y de recuperación ideal, si bien se puede afirmar que los deportistas con menos experiencia, necesitan más días de descanso y recuperación que los deportistas de más nivel, cuyos organismos están mejor adaptados a las cargas físicas impuestas con el entrenamiento.
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