La ecuanimidad en la vida y en el deporte

En el D.R.A.E. se da la siguiente definición de ecuanimidad:

1-Igualdad y constancia de ánimo.

2-Imparcialidad de juicio.

Tiene varios sinónimos: imparcialidad, equidad, desapasionamiento, equilibrio…

Esta palabra hace por tanto referencia a la cualidad de ser equilibrado, sereno, no propenso a apasionarse o perder la tranquilidad. Podemos considerarla como una gran virtud de las personas, y como podemos comprobar está presente en la mayor parte de los grandes deportistas: Indurain, Jordan, Federer, Messi, Phelps, Fernando Alonso,… Todos ellos han conseguido grandes logros deportivos gracias a que son personas muy equilibradas y ecuánimes, de mente firme e imperturbable, ánimo estable tanto en la victorias como en las derrotas.

Para ser ecuánimes en la vida y en el deporte debemos asumir conscientemente lo inevitable con un ánimo sosegado aún en las circunstancias más difíciles, viviendo el presente, libre del pasado y del futuro y sin reaccionar con avidez o aversión. La ecuanimidad nace cuando uno no se aferra a lo agradable y no añade sufrimiento a lo desagradable. Parece algo sencillo de decir pero muy difícil de conseguir, y por eso es una cualidad destacable de los grandes deportistas de la historia, que nos muestran una gran seguridad y confianza en sí mismos superando a rivales con más cualidades y mejor predisposición genética.

Desde un punto de vista científico la ecuanimidad no tiene una base evolutiva, y se considera un valor mucho más humano que animal, por lo que no es algo instintivo, sino todo lo contrario, es una cualidad meditada que hay que trabajar mediante la consciencia, la comprensión y el conocimiento de las cosas.

Poco más que añadir a una de mis virtudes favoritas en los deportistas junto con la paciencia, así que espero que te quede claro que hay que ser más ecuánime para ser mejor deportista, además de para ser más feliz en la vida.