Vivimos un auténtico boom del fenómeno “running”. Si vamos por la ciudad nos encontramos gente corriendo por todos sus rincones (calles principales, parques, alrededores…). Si vamos a la montaña tampoco es difícil ver a algún corredor saliendo de un camino en medio de la nada. Da igual que sea de día, de noche o de madrugada, que sea festivo o laboral, que sea la hora de comer o de irse a la cama, que sea invierno o verano, para ver a alguien corriendo por cualquier sitio o lugar. Ahora nos preguntamos como algo tan sencillo y en apariencia aburrido, puede enganchar tanto. La respuesta es simple y radica principalmente en que ninguna actividad deportiva aporta tanto en tan poco tiempo. Yo actualmente, aunque el running no es mi deporte preferido, me considero un adicto al atletismo popular o lo que es lo mismo, el “running”, no pudiendo concebir mi vida sin correr al menos un día a la semana. Correr no es de cobardes, ¡todo lo contrario!, quien corre experimenta todos los beneficios de una actividad natural que se puede practicar sin ningún límite (salvo el de estar en forma) y sin necesitar ningún tipo de material especial, simplemente una zapatillas cómodas. Salir a correr no entiende de falta de tiempo o de dinero, nos hace libres y nos desestresa del ritmo desenfrenado de la sociedad en la que vivimos. Correr te da felicidad y una autodisciplina que repercute positivamente en tu día a día. Indudablemente hay pocas personas que les guste correr por correr, ya que si no fuera por la sensación que se experimenta al acabar, no habría casi nadie corriendo. Correr en sí es algo aburrido, pero cuando terminas puedes experimentar un gran bienestar físico pero sobre todo mental que te hace estar “por encima del mundo”. Correr está cada vez más de moda porque es una manera perfecta de hacer ejercicio sin más limitaciones que las que cada persona quiera imponerse. Las personas que lo practican se sienten de mejor humor, más activos, vitales y con más calidad de vida. Hay que destacar que para practicarlo no hay que ser un atleta, ni es necesario correr maratones, sino que con tan solo unos minutos de “running” podremos experimentar como se activa el metabolismo durante horas y notaremos una agradable sensación de bienestar, tranquilidad y equilibrio que hace que el que sale a correr, lejos de ser un cobarde, sea una persona muy “intelligent-e”.