El efecto Pigmalión o Profecía autocumplida:

Voy a tratar un fenómeno que afecta a nuestra confianza y que consiste en como la creencia que tiene una persona sobre otra, puede influirle en su rendimiento ya que las expectativas que tengan sobre nosotros van a condicionar nuestro comportamiento ya sea para bien, afianzando la autoestima, o para mal, disminuyéndola.

Al modo de actuar a partir de creencias y expectativas es lo que se llama el efecto Pigmalión, término acuñado en el siglo pasado en referencia a un mito griego que contaba la historia de un escultor que se enamora de una obra suya que representa a una mujer y que cobra vida por el amor incondicional que sentía hacia ella.

En el día a día estamos continuamente influenciados consciente o inconscientemente por las personas que nos rodean: amigos, jefe, pareja, hijos, entrenador… y son los que van marcar nuestro comportamiento. Cuando alguien confía en nosotros, esa confianza se contagia y nos predispone a mejorar nuestra energía, eficacia y eficiencia deportiva. En el lado negativo, se puede observar como muchas veces no intentamos una cosa por el miedo al fracaso que otros nos han trasmitido.

Prueba a hacerte cosquillas a ti mismo y verás como no te haces reír, pero si alguien te hace lo mismo jugando contigo, seguro que te hace reír. Aunque no es un ejemplo muy específico del tema os estoy hablando, lo cierto es que sirve para apreciar la influencia de los demás sobre nuestro comportamiento. Y no hay la menor duda que esto explica las reacciones que tenemos en muchos aspectos de la vida: social, laboral, educación, arte, economía, salud,… y por supuesto en el deporte. Si analizamos las biografías de los grandes deportistas de la historia, vemos como en la mayoría de ellos se pusieron muchas esperanzas y expectativas.

Tiene demasiada importancia en edades tempranas para obviarlo, y por eso deberíamos transmitir a los niños lo mucho que se espera de ellos, y nunca decirles que no van a llegar a nada. Eso implica tener buenas habilidades comunicativas y saber expresar adecuadamente, siendo la palabra un gran don para influenciar ya sea para bien o para mal en los más pequeños.

Muchos son los estudios que sean hecho sobre el efecto Pigmalión y que podríamos aplicar al deporte en varios aspectos:

  • Se puede conseguir un objetivo deportivo porque se tiene la creencia en ello.
  • Las previsiones de una competición influyen en nuestro comportamiento durante la misma.
  • Las expectativas deportivas incitan a las personas a actuar para que se vuelvan ciertas y así conseguir esos retos deportivos anhelados.

Por tanto recuerda que en la vida como en el deporte, las profecías tienden a cumplirse.