He tenido el placer de nacer en una de las zonas más prolíferas en cuanto a deportistas de fondo se refiere. Si por algo destacamos en la provincia de León a nivel deportivo es por la categoría de nuestros corredores que consiguen excelentes resultados a todos los niveles, desde los que se atreven con las medias maratones, hasta “los fenómenos del ultrafondo” como Pedro I. Cuevas., J. Carlos Santiago, Francisco J. Ruíz, Fran J. Martínez, Eulogio Bello, Salva Calvo y otros muchos. Pero la pregunta que puede surgir, al hilo de la anterior entrega, donde tratábamos la genética en el deporte, es de si, ¿para poder correr maratones, triatlones, carreras de ultrafondo, se debe nacer con unas cualidades determinadas o éstas se adquieren?
Mi respuesta es que toda persona sana de entre 14 y 70 años podría llegar a correr cualquier prueba deportiva que durase muchas horas. A simple vista este tipo de carreras parecen hechas solamente para gente de otra galaxia, pero fisiológicamente estamos preparados para afrontar con garantías de éxito una prueba de larga distancia, solo necesitamos una buena base de fondo, y en dos o tres años como mucho, podríamos conseguir «la gesta».
El cuerpo humano está diseñado para recorrer grandes distancias, ya sea andando o corriendo suave. Con un trabajo específico de rodajes que alternen carrera-caminata, durante 1 y 4 horas, a ritmos cómodos para el deportista, se pueden se pueden conseguir grados de adaptación suficientes para poder correr más de 100 km en un mismo día. Indudablemente esto no se consigue de la noche a la mañana, pero podemos lograrlo con menos esfuerzo del que pensamos. Tenemos genes específicos de la resistencia que permanecen escondidos y no se manifiestan si no le damos el estímulo suficiente. Y es que estar todos los días sentados, en el coche, en la oficina o delante del televisor no es lo más propicio para desarrollar nuestras dotes de ultrafondista.
La resistencia del corredor es una cualidad que se entrena muy fácilmente, a diferencia por ejemplo de la velocidad que viene determinada genéticamente. Por eso, mientras que para jugar bien al fútbol, necesitamos haber nacido con muchas fibras rápidas, para correr largas distancias, podemos transformar con el entrenamiento las fibras rápidas en fibras lentas, que son mucho más resistentes. Nos tenemos que quedar con la idea de que todos somos resistentes por naturaleza y tenemos cualidades para hacer grandes distancias. En este sentido, pongo el ejemplo de mi amigo Carlos Santiago, que llegó a correr 330 km por los Alpes prácticamente sin descanso en una prueba denominada Tor de Geants. Lo consiguió, no porque naciera con zapatillas, sino porque lleva muchos años corriendo y haciendo multitud de entrenamientos por la montaña leonesa, que con el tiempo han ido adaptando su cuerpo para conseguir ese tipo de proezas que nos parecen imposibles. En realidad debemos mostrar admiración no tanto por las cualidades de estos deportistas sino por el esfuerzo y el tesón del entrenamiento que realizan para poder conseguir retos que parecen imposibles.
Una buena preparación no solo nos permitirá conseguir lo que nos propongamos sino que hará que nos cansemos menos. Para daros cuenta de esto, os voy a poner el ejemplo de mi pupilo Pedro I. Cuevas, ganador de la primera edición de la carrera de la Tilenus Xtreme de 105 km, donde estuvo once horas y media seguidas corriendo y al día siguiente parecía no haber notado tal esfuerzo, al contrario de muchos corredores de la Media Maratón de León, que estuvieron una semana sin poder moverse debido a que su preparación no fue la correcta.
Cualquiera podemos correr una prueba, sea cual sea la distancia, siempre y cuando contemos con la motivación suficiente para hacer frente a los entrenamientos y así adaptar nuestro organismo poco a poco. De la misma forma que nuestros antepasados lo hacían a diario, recorriendo grandes distancias, ya fuese andando en busca de comida o corriendo detrás de alguna presa previamente herida hasta que la agotaban.
Por todo ello, me gustaría concluir que el límite de cualquier persona va a ser el que se marque en los entrenamientos, ya que como seres humanos estamos diseñados para casi todo en cuanto a largas distancias se refiere, por eso espero que en el 2015 te propongas el reto de conseguir todo aquello que te propongas.