Cómo y cuándo estirar

Se puede estirar de muchas y muy diversas maneras (echado, sentado, de pies, en la piscina, en solitario, por parejas…), cada cual debe elegir la manera que mejor se adecue a sus circunstancias, pero de manera general procura no estirar el músculo más allá de su límite natural, ni lo fuerces en exceso, por el peligro de romper fibras musculares y tener agujetas los días posteriores. Siempre es mejor pecar por defecto de tensión que por exceso. Además hay que tener en cuenta las siguientes consideraciones:

  • Tiempo de estiramiento: mínimo: 10 segundos / máximo: 1 minuto / recomendado: 20-30 segundos
  • Tensión muscular: la suficiente para notar una ligera distensión muscular pero sin sentir dolor
  • Ejecución: suave y progresiva, sin apresurar en estirar el músculo rápidamente.
  • Nº de estiramientos por músculo: entre 1 y 3 por sesión y no más de 10 al día.
  • Orden: de los pies a la cabeza.
  • Recomendación al terminar: si se puede, nada más acabar hay que echarse relajadamente en una colchoneta durante un pequeño instante ya que cuando acabamos de estirar el cuello y las cervicales nos solemos marear debido a la tensión acumulada en esa zona.

 El momento ideal para estirar es después de realizar ejercicio físico, que es cuando la musculatura más acortada se encuentra y por tanto debemos buscar su elongación para que recupere su flexibilidad inicial y se acelere su recuperación. En aquellos casos en los que haya frío ambiental o nos hayamos entretenido al acabar de entrenar, notaremos que el estiramiento se realiza peor y es menos eficaz, en cuyo caso os recomiendo hacerlos justo después de ducharos, ya que con el agua caliente la musculatura se vuelve de nuevo receptiva a ser estirada.