Consejos para entrenar en la playa y en vacaciones

«Aburrirse en el momento adecuado es signo de inteligencia (Clifton Fadiman)»

Las vacaciones son un momento crítico para el deportista, se corre el riesgo de entrenar demasiado o de no entrenar nada, y como todo en la vida en el término medio está la virtud, y por eso te daré unos sencillos consejos para seguir mejorando y progresando.

Cuando comenzamos el verano, el buen tiempo hace que tengas la sensación de que debas entrenar mucho más de lo venías haciendo en el invierno, y es que el verano favorece muchos aspectos que incitan a entrenar (los días más largos, temperaturas agradables,…), pero no debes caer en el error de entrenar demasiado si tu objetivo está durante el curso escolar.

Puede que lejos de entrenar mucho, lo dejes por completo, dejándote llevar por la ociosidad y vagancia del periodo de vacaciones en el que ya no hay horarios que respetar. Pero esto te puede llevar a una involución de la cual te va costar superar de cara a los entrenamientos de otoño.

Si te decides por veranear unos días en la playa, debes saber que en las zonas costeras la temperatura es más suave que en las zonas de interior, por lo que entrenar resulta menos costoso; la cantidad de oxígeno es mayor que en zonas de la meseta y de montaña, ello hace que tengas más oxígeno para esforzarte al máximo en tus entrenamientos; dispones de un medio único, el agua del mar, que servirá de antídoto a muchas de tus lesiones y enfermedades.

3 Consejos para entrenar en la playa:

  • Siempre que acabes un entrenamiento, procura hacer un baño en el mar de unos 5 minutos, esto servirá de vasoconstrictor y el gran efecto terapéutico del agua salada permitirá recuperarte más rápido de los entrenamientos.
  • Aprovecha para comer mucho pescado, que te servirá de dosis extra de Omega-3, para así mantener las lesiones a raya, pues tiene un potente efecto antiinflamatorio.
  • No tengas la tentación de correr mucho tiempo descalzo por la arena, esto te lesionaría y produciría distensión de los ligamentos del pie, que te dejarían sin entrenar durante unos cuantos días.

Y si no vas de vacaciones a la playa, aprovecha la situación ventajosa de estar en un lugar diferente o fuera de tu rutina habitual, para dar variedad y riqueza de estímulos a tus entrenamientos.