Todos los refranes populares tienen algo de cierto, pero en este caso solo un poco, ya que desayunar de manera abundante no es la mejor manera para adelgazar. Para ello vamos a revisar un par de investigaciones relevantes que me gustaría comentar:
Según un estudio que analizó a medio millar de personas que asistían a clínicas de nutrición en el sureste de España, arrojo que al pasar 20 semanas después de seguir una dieta mediterránea, los que almorzaban más temprano, alrededor de las 3:00 de la tarde tenían una tendencia menor a engordar que los que lo hacían después. Esto significaría, que entre más temprano se consuma la comida abundante del día, menos grasa se almacenaría. Una de las causas por qué un almuerzo tardío aumenta las posibilidades de engordar es porque la mayoría de las personas que comen el almuerzo tarde esperan mucho tiempo entre comidas, lo que podría tener efectos sobre el metabolismo. Puedes consultar el estudio comentado en estos enlaces:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3756673/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24467926
Otro estudio rompe el mito en cuanto a que se engorda menos desayunando mucho y cenando poco, porque en teoría comer un desayuno abundante hace que no tengamos hambre y consumiremos menos calorías durante el día. Pero según la investigación publicada en «Nutrition Journal», el desayuno abundante no reduce el consumo de calorías durante el día. Al contrario, terminamos ingiriendo más que si comemos un desayuno ligero. El estudio que confirma esto fue llevado a cabo en el Centro de Medicina Nutricional de la Universidad de Munich e involucró a varios cientos de personas de todos los tipos y tras hacerse un registro pormenorizado de todos se vio, que algunos consumían un desayuno abundante, otros un desayuno pequeño y otros se saltaban el desayuno. Pero todos, sin importar lo que hubieran comido de desayuno, consumían las mismas calorías durante el almuerzo y la cena. «Esto significa que un desayuno abundante (de un promedio de 400 kilocalorías más que un desayuno pequeño) resultó en un incremento total de 400 kcal en las calorías consumidas durante el día», explica el doctor que dirigió el estudio. «La única diferencia vista fue que cuando alguien comía un desayuno abundante, evitaba comer un refrigerio de media mañana». «Sin embargo, esto no era suficiente para compensar las calorías adicionales que ya se habían consumido», agrega el científico. Por tanto el mayor consumo de energía en el desayuno está altamente asociado al mayor consumo de energía durante todo el día, tanto en sujetos de peso normal como en obesos. Tal como señalan los investigadores en este trabajo hay que tomarse con cautela eso de desayunar todo lo que queramos porque no nos va a engordar. Puedes ver el estudio en este enlace: https://nutritionj.biomedcentral.com/articles/10.1186/1475-2891-10-5