Estoy convencido de que no hay ningún condicionante genético que haga que las personas negras sean peores ciclistas o mejores corredores.
El hecho de que en Kenia abunden corredores de fondo y en Jamaica corredores de velocidad se debe a un factor sociocultural que nada tiene que ver con el condicionamiento genético. Podemos ver como en ambos países estas especialidades son el deporte nacional, y el único condicionante para su éxito es que hay una enorme inversión humana en hacer una misma modalidad deportiva, así tenemos el ejemplo de Item en Kenia que con 50.000 habitantes tiene mas corredores de nivel que el resto del mundo junto, y es que allí la mitad de su población tiene como trabajo correr y no hacen otra cosa desde que se levantan por la mañana, algo impensable en cualquier otra sociedad o país del mundo, incluso se ha dicho que son buenos por la altitud a la que están (2.400 m) pero si esto fuera cierto, en Bogotá o en Ciudad de México que tienen una altitud similar, también saldrían muchos corredores de nivel y vemos que no es así.
Del mismo modo ocurre con el ciclismo que es un deporte con mucha tradición en Europa y es donde sale la gran masa de ciclistas profesionales: España, Italia, Francia, Inglaterra…
La mermada presencia de ciclistas negros en la historia del ciclismo, se debe tanto a razones culturales y de tradición, como a razones socioeconómicas, por esa pequeña inversión en adquirir una bicicleta. La mayor parte de los jóvenes africanos apenas tienen para comer como para permitirse el lujo de tener una bicicleta, y si a esto le sumamos las pocas infraestructuras de carreteras por donde poder entrenar, se juntan una serie de condicionantes muy fuertes que impiden que haya ciclistas negros.
Como excepciones que confirman lo que os estoy explicando, vemos como en 2011 el Tour contó con su primer participante negro, el francés Yohan Gene o en 2012 el eritreo Daniel Tekehaymanot que fue un gran escalador.
Quién sabe si los africanos serán los próximos colombianos como afirmó Hinault en su día, y la respuesta vendrá dada sin duda por su evolución sociocultural.