¿Cómo funciona el corazón cuando hacemos deporte?

Nuestro corazón pertenece al sistema cardiovascular que también está formado por los vasos sanguíneos (arterias, venas y capilares) y los aproximadamente 5 litros de sangre, algo más (6-7 litros) en el caso de los deportistas de fondo.

La función básica del corazón es la de bombear la sangre que circula por los vasos sanguíneos. El funcionamiento básico  es muy sencillo: la sangre llega de los pulmones con oxígeno y es bombeada por el corazón para que llegue a todos los tejidos y órganos de tu cuerpo a través de las arterias. Tras circular por los diferentes órganos y tejidos, la sangre vuelve al corazón sin oxígeno por las venas, y el corazón la envía a los pulmones para que vuelva a cargarse de oxígeno.

La cantidad de sangre que tu corazón expulsa cada vez que late, es regulada en base a las necesidades. Cuando alguna actividad física los músculos demandan más sangre con oxígeno, lo que hace que el corazón lata mas rápido y fuerte para poder abastecer esa mayor demanda de sangre.

Cuando entrenas y te mueves regularmente, tu corazón sufre adaptaciones beneficiosas para que así te canses menos, gracias a los siguientes cambios:

  • Las paredes musculares del corazón incrementan  su espesor, especialmente el de la pared del ventrículo que impulsa la sangre hacia la arteria aorta, la cual lleva sangre a la mayor parte del cuerpo.
  • Aumenta el tamaño del corazón (bradicardia) que permite que pueda llenarse de más sangre y tener una mayor contractibilidad.
  • Ese aumento de tamaño se acompaña de una correspondiente disminución en la frecuencia cardíaca en reposo, dado que el corazón tiene que contraerse menos veces para bombear la misma cantidad de sangre.

Aunque estas adaptaciones permiten un mejor rendimiento mejor salud y un aumento de la resistencia, ello no asegura que no puedas desarrollar riesgos y complicaciones, sobre todo en aquellos que inician una actividad deportiva después varios años de sedentarismo y/o de tener hábitos de vida poco saludables como estrés, mala alimentación, sobrepeso, fumar, alcohol…. Esto unido a una predisposición genética pueden hacer que tu corazón no esté en óptimas condiciones y por ello, siempre es bueno hacer una prueba de esfuerzo deportivo.

Por tanto, la mejor manera de cuidar tu salud será hacerte un buen chequeo deportivo para descartar problemas cardiacos y así hacer la actividad deportiva con una cierta tranquilidad. Mi consejo es que debería ser obligatorio hacerse una prueba de esfuerzo especializada para deportistas cada 5-6 años y tras cumplir los 40 años hacerla cada 2-3 años. Con esta medida sencilla y barata (tiene el mismo coste que unas zapatillas), se podrían prevenir casi un 90% de las muertes súbitas acontecidas en el deporte.

Según el Registro Nacional de Muerte Súbita en el Deporte, cada año se producen varios cientos de muertes por problemas cardiacos en deportistas de élite y aficionados. Parecen pocas si se compara con la gente que practica deporte en España: se ha pasado de 1/3 en el 2010 a casi la mitad en la actualidad, pero en realidad son demasiadas si tenemos en cuenta que quienes practican alguna actividad física de forma regular por lo general gozan de buena salud.

Los deportistas tienen 3-4 veces más riesgo de sufrir una muerte súbita que la población general, y en muchos casos es el primer síntoma. Los programas de reconocimiento cardiológico permiten diagnosticar a los corredores en riesgo y han demostrado una reducción del 89% de la muerte súbita del deportista.

La prueba básica que se debería hacer se compondría de una exploración realizada por un cardiólogo mediante una ecocardiografía y un electrocardiograma que permiten diagnosticar las cardiopatías asociadas a la muerte súbita, que en los deportistas jóvenes está relacionada con alguna alteración genética, y en los mayores, con enfermedad coronaria.

En este contexto, David Alonso Rodríguez, cardiólogo de la Policlínica Santa Ana y del hospital universitario de León y de Ponferrada, especialista en cardiología deportiva, hizo una ponencia muy interesante a algunos de los alumnos de la escuela de corredores que dirijo (intelligentinterval.es) sobre la muerte súbita en el deporte titulada: EJERCICIO FÍSICO Y SALUD: LOS FALSOS MITOS DE LA CARDIOLOGÍA DEPORTIVA, en la que aclaraba muchas dudas que habitualmente tenemos los deportistas y sobre todo los corredores. Es por ello que te dejo el enlace del vídeo de la ponencia en la que David nos aclara muchas dudas sobre la cardiología deportiva en apenas 40 minutos y aunque no tiene mucha calidad, merece la pena escucharlo:

OTROS DATOS INTERESANTES DEL CORAZÓN:

– El corazón pesa entre 200 y 425 gramos y es un poco más grande que una mano cerrada.

– Cada día se contrae 100.000 veces, lo que supone bombear más de 7.000 litros de sangre diarios.

– El corazón está en el centro del pecho, sin embargo su latido se oye con más fuerza en el lado izquierdo puesto que está ligeramente inclinado hacia la izquierda.
– En reposo el corazón late unas 70 veces por minuto, y cada vez que lo hace bombea 70 mililitros de sangre, cada minuto bombea más de 4 litros de sangre y durante el ejercicio puede llegar a los 30 litros por minuto.

La actividad física demanda una mayor energía y aporte de oxígeno y el corazón se adapta con un llenado mayor y con el incremento de las contracciones, si el ejercicio es mantenido a largo plazo, se generan adaptaciones estructurales para mejorar su potencia y eficacia.

– El corazón del deportista de resistencia se caracteriza por un corazón fácilmente distensible (elástico), de cavidades amplias y a la vez fuerte en su contracción. En definitiva, un corazón capaz de llenarse más (en comparación con el de una persona sedentaria) y contraerse de forma más fuerte, llevando así más sangre oxigenada hacia todos los tejidos del organismo.

– El corazón de la mujer al ser más pequeño que el del hombre, lo compensa aumentando su frecuencia cardiaca, por eso las mujeres (en igualdad de condiciones) presenten frecuencias cardiacas siempre algo superiores a las de los hombres, entre 5 y 8 pulsaciones más por minuto.

– Los latidos por minuto son un indicador del trabajo del corazón a través del que podemos interpretar la intensidad del ejercicio.

– La FC máxima disminuye con la edad y no se modifica con el ejercicio, pero sí la FC en reposo, que es menor en deportistas, el músculo cardiaco es más eficiente y bombea mayor cantidad de sangre en cada latido.

– El trabajo del corazón se verá claramente influenciado por la posición del cuerpo:

Carrera Por la posición vertical y los impactos en cada apoyo, el retorno venoso se ve dificultado. El corazón tiene que realizar un gran trabajo y la FC se ve incrementada mucho más rápidamente.
Elíptica No existe impacto, lo que favorece en gran parte el retorno de la sangre.
Remo, bici Al estar en una posición sentada y sin impacto, la FC disminuye.
Natación La posición es horizontal, la sangre viaja con mucha facilidad por todo el árbol vascular. La FC es significativamente menor. 

– Algo importante de tener en cuenta si utilizas pulsómetro es LA DERIVA CARDIACA: Aunque mantengamos la intensidad (velocidad) constante a lo largo de una o dos horas de actividad, la frecuencia cardiaca irá aumentando progresivamente debido a distintos factores (aumento de la temperatura corporal, de la deshidratación, etc.), lo que hará que esta variable de alguna manera distorsione su utilidad en relación a las referencias que el deportista tuviera antes de comenzar el entrenamiento o la competición. Dicho de otra manera, la frecuencia cardiaca no será siempre una buen referencia de intensidad.


Si te interesa es controlar tu corazón a través de la frecuencia cardiaca, no dejes de leer este artículo que publiqué en la revista Sport Life: