Cuando hacemos cualquier actividad física de intensidad moderada y continuada como correr, andar, bailar o nadar se produce una subida momentánea de la tensión arterial y frecuencia cardiaca a la que el cuerpo responde en los momentos posteriores con una vasodilatación periférica. Ello implica que la presión arterial en reposo sea menor en los individuos que realizan ejercicio físico de forma regular, por lo que dar una caminata todos los días sería una excelente manera de reducir la hipertensión sin recurrir a medicación.
Hay que tener en cuenta que la tensión arterial alta es muy peligrosa y no da síntomas por eso se llama el enemigo silencioso. Con la edad la capacidad elástica de nuestras arterias disminuye lo que hace que tengamos una tendencia a ser hipertensos. El consumo de sal y sobretodo el sobrepeso también afecta pero no tanto como la inactividad física, así que este verano habrá que coger las zapatillas, el bañador, la bicicleta… y poner el chip de deporte para así mantener la tensión arterial a raya.
Hay veces que después de realizar deporte, cuando nos sentamos y volvemos a levantarnos al cabo de unos minutos de reposo, nos mareamos y perdemos la orientación debido a que momentáneamente le cuesta llegar sangre al cerebro porque los niveles de tensión son excesivamente bajos. Esto se ve acentuado con el calor veraniego que disminuye aún más la tensión post ejercicio, pero no debe preocuparnos demasiado, pues tener la tensión baja siempre es un seguro de vida ya que como dijimos la tendencia es que suba con la edad.
Es importante resaltar que mantener la tensión arterial en valores bajos evitará un trabajo extra del corazón para tener que bombear la sangre con más fuerza por las arterias y evitará patologías serias como infartos, ictus, daños en vísceras y órganos internos… Por tanto si quieres mantener tu tensión arterial en buen estado (lo normal es 120-80), no te queda otra que dedicar varios días a la semana para realizar alguna actividad física, a ser posible que sea gratificante para que nos anime a repetirla en el tiempo y no se convierta en un suplicio.