¡Da un giro de 180º a tu vida!

Hacer deporte modifica la conducta de quien lo práctica, cambiando los hábitos de una manera radical y haciendo que se produzca un giro en el día a día de 180º. Son muchos los que han cambiado sus hábitos de vida gracias al deporte, dado que desarrolla muchos aspectos positivos, entre ellos los siguientes:

Aumenta la capacidad de discernir, pensar y organizarnos mentalmente: sin duda esas largas caminatas o paseos en bici nos ayudan a “ordenar” nuestra cabeza, aprovechando esa relajación que nos produce, algo que nos puede venir muy bien cuando tenemos problemas de otra índole.

Mejora la capacidad de sacrificio: no siempre nos apetece salir a entrenar, no siempre se tiene la misma disposición, pero lo hacemos, de igual manera en otros ámbitos: madrugones, estudiar, reuniones poco apetecibles, agendas repletas de compromisos…, con la misma capacidad de sacrificio o responsabilidad que mostramos a la hora de salir a hacer deporte.

Incrementa nuestras ganas de cuidarnos: mejoraremos nuestra dieta, descansaremos más, evitaremos el consumo de alcohol o tabaco…

Nos convierte en personas organizadas: hacer deporte nos hace ser organizados, al tratar de optimizar el tiempo a diario para que todo cuadre sin que una actividad condicione a la otra. El orden será la clave para compaginarlo todo, y ese orden trasladado a otros ámbitos de nuestra vida nos hará más meticulosos y nos aportará un mayor equilibrio.

Fomenta otros hábitos que teníamos aparcados: en este sentido podemos poner el ejemplo de que hacer deporte nos convierte en devoradores de lectura relacionada de una u otra manera con los temas de nuestro deporte, ya sean revistas o libros especializados. Así, personas que antes no leían ni el periódico, ahora leen de todo, también porque nuestros momentos de ocio serán ahora más sosegados y relajados, sin pensar en otros problemas, simplemente porque estamos más cansados.

Los deportistas no somos ni mejores ni peores que otros colectivos, pero es obvio que tenemos en muchas ocasiones una forma de comportarnos, de ver y de afrontar la vida, que es diferente a la que tienen otros muchos. En definitiva, tenemos otros intereses que, por lo especiales que son, condicionan muchas cosas, pero que sin duda nos proporcionan un bienestar y una calidad de vida que hace que el deporte merezca la pena.