El balance energético como base para perder peso

Las necesidades calóricas del cuerpo dependen de factores como la constitución, la edad y la cantidad de actividad física. Muchas personas prefieren pensar que su exceso de peso se debe a una deficiencia del metabolismo; otros en cambio, insisten en que se trata de algo hereditario; pero, en realidad, el mayor culpable del sobrepeso es el exceso de calorías ingeridas y la falta de actividad física. Es cierto que la gordura suele pasar de padres a hijos, pero con frecuencia es el resultado de factores sociales o ambientales y no genéticos.
El balance calórico entre la ingesta y el gasto es la clave del éxito a la hora de empezar un trabajo específico para perder peso. El número de calorías que se toman a través de la comida y la bebida tiene que estar equilibrado con las que se gastan a lo largo del día, para así mantener el peso corporal.
¿En que se gastan las calorías que consumo a lo largo del día?
▪ 60-70%…………Metabolismo basal (mantenimiento de las funciones vitales del organismo).
▪ 10%……………..Procesos digestivos (comer y digerir las diferentes comidas del día).
▪ 10%……………..Actividades diarias (asearnos, vestirnos, peinarnos…).
▪ 15-40%…………Actividad física (andar, correr…).
El principio básico de control de peso es bien simple: hay que mantener equilibradas la ingestión de alimentos (energía) y el consumo de energía (actividad física); cuando se come más de lo que se necesita, la energía excedente se almacena en forma de grasa; cuando se come menos, se quema la grasa almacenada para producir energía. Resulta muy sencillo aceptar este principio, pero es difícil ponerlo en práctica.
Veamos cómo podemos desequilibrar la balanza para perder o ganar peso:
Si diariamente ingerimos unas 400 cal. más de las que gastamos, aumentaremos el peso unos 200-250 gramos a la semana.
Si, por el contrario, ingerimos unas 400 cal. de menos, disminuiremos el peso unos 200-250 gramos a la semana.