“Una mala dirección o supervisión de las actividades físico-deportivas puede generar graves problemas de salud e incluso la muerte por sobreesfuerzo”
El auge deportivo de los últimos años, ha hecho que se realicen actividades de todo tipo, pero en las que tiene que haber profesionales cualificados que las dirijan. Nadie se pone en manos de un peluquero para que le saque una muela, aunque éste sepa mucho del asunto. Pero hubo un tiempo en que en las peluquerías igual te afeitaban, que te arrancaban una muela. Afortunadamente, esto cambió a principios del siglo XX, cuando los dentistas, que son realmente los profesionales cualificados para atender los problemas dentales, se encargaron en exclusiva de sacar las muelas, y los peluqueros de cortar los pelos.
Espero que lo mismo suceda con el deporte y con el tiempo evolucionemos a un correcto reparto de competencias deportivas, porque no es justo que alguien se ponga a impartir una actividad deportiva sin más, que es lo que ocurre a día de hoy en muchos deportes. Deberíamos reflexionar sobre cómo, alguien que no tiene la preparación académica adecuada, nos dirige en una actividad para la cual no tiene competencia y, por mucho que entienda, no debería realizarla, ya que, por esa regla, volveríamos a las peluquerías para que nos sacaran una muela.
Hoy en día hay áreas, como la política, en la que no solo no se necesita ninguna formación, sino que cualquiera puede dirigir nuestras vidas y condicionarnos. Como alguien me dijo una vez, para conducir un coche se necesita un carné, pero para ser político… no necesitas nada. Espero que esto no ocurra en el mundo del deporte y, por el bien de todos los deportistas, haya profesionales correctamente formados que nos dirijan y velen por nuestra salud.
Con esta intención, el Colegio Oficial de Licenciados de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (COLEF) ha difundido un campaña titulada “Por tu salud y seguridad, exige profesionales cualificados”, encaminada a llamar la atención de la sociedad sobre las terribles consecuencias que, sobre la salud y seguridad de la población, puede tener la falta de control y regulación profesional en el ámbito de la actividad físico-deportiva.
Esta iniciativa pone el acento en la necesidad de concienciación social acerca del alarmante “intrusismo” observado en una actividad directamente relacionada con la salud y la seguridad personal, siendo el sector del empleo en el deporte uno de los que soportan una mayor carga de economía sumergida y un mayor número de profesionales sin formación específica en su ámbito laboral.
Una actividad en alza, un intrusismo alarmante.
El 58% de la población española realiza deporte, de forma habitual o esporádica, en alguna de las más 360.000 instalaciones deportivas que hay en nuestro país. Este aumento de la preocupación social por el deporte se ha traducido en una creciente demanda de todo tipo de profesionales en esta materia. Hoy en día, cualquier persona puede abrir un centro deportivo y dirigir sus actividades, independientemente de si está capacitado o no para ello, debido a una falta generalizada de regulación y ordenación de las profesiones del deporte. Este hecho provoca descontrol, desprotección e inseguridad en los usuarios de los servicios deportivos, a quienes les resulta muy difícil juzgar la calidad de las prestaciones que reciben. Muchas veces, por evitar gastar dinero y conseguir el servicio más barato, se contratan trabajadores sin ningún tipo de respaldo académico que avale su formación y profesionalidad; esto puede traernos severas consecuencias para nuestra salud; existen cifras alarmantes que preocupan mucho; sin ir más lejos, el 69% de los actuales “profesionales del deporte” sólo cuenta con estudios de secundaria, según datos del Instituto Nacional de las Cualificaciones.
Graves riesgos para la salud y la seguridad.
Este aumento del “intrusismo” lleva aparejados graves riesgos, especialmente para la salud y la seguridad de la población, que deja su bienestar físico en manos de personas sin los más mínimos conocimientos. Una práctica deportiva no segura, sin una correcta supervisión, puede provocar importantes daños físicos e incluso la muerte a causa de un sobreesfuerzo. Recientes estudios científicos, del Colegio Americano de Medicina del Deporte, demuestran que una correcta intervención en la práctica deportiva podría evitar el 50% de las lesiones por sobreesfuerzo y mejorar significativamente el rendimiento.