SI NO TE MUEVES, ¡NO ESTÁS SANO!

Como ya sabéis actividad física regular es fundamental para mantener una buena salud, los beneficios van desde la reducción del riesgo de enfermedades crónicas como las del corazón, diabetes tipo 2 y el cáncer, hasta la mejora de la función cognitiva y la conservación de las capacidades físicas con la edad. A pesar de ello, la inactividad física se ha convertido en algo evidente y podríamos considerarlo como el problema de salud pública más importante de nuestro tiempo.

Existen pruebas científicas abrumadoras de que la actividad física regular proporciona beneficios significativos y de gran alcance para la salud, si bien la importancia de la actividad física a menudo se subestima tanto en la salud pública como en la medicina clínica; los profesionales de la salud a menudo no le dan la atención que merece, enfocándose más en otros factores de riesgo.

Un estudio del British Journal of Sports Medicine nos dice que una baja aptitud cardiorrespiratoria (derivada presumiblemente de una baja actividad física) es responsable de aproximadamente el 16-17 % de todas las muertes en la población estudiada, un porcentaje más alto que muchos otros factores de riesgo, como el tabaquismo y la hipertensión.

Otro estudio, analizó a 2,316 hombres con diabetes tipo 2 durante un período promedio de 15.9 años, y los resultados mostraron un fuerte gradiente inverso entre la muerte por enfermedad cardiovascular y los niveles de actividad física, independientemente del peso del individuo; los hombres obesos con niveles moderados o altos de actividad física tenían menos de la mitad del riesgo de morir que los hombres de peso normal con baja actividad física. Esto destaca que la actividad física es crucial para la salud, independientemente de la pérdida de peso.

El sedentarismo causa más muertes que la obesidad; además, la actividad física combate directamente dos de los tres mayores asesinos: hipertensión e hiperglucemia.

Para luchar contra la inactividad física y sus efectos negativos en la salud, te dejo algunos consejos prácticos para este verano:

  1. Incorpora la Actividad Física en tu Rutina Diaria: intentar hacer pequeños tramos andando a lo largo del día, aunque no sean muy largos, pues al final del día todo suma: ir a trabajar andando y a comprar el pan, al súper, subir las escaleras de casa, pasar el aspirador, un paseo en bicicleta, …
  2. Queda con algún amigo: charlar mientras se caminata baja la percepción de esfuerzo y mejora la motivación y el compromiso; además, es una excelente manera de socializar y hacer que la actividad física sea más divertida.
  3. Establece metas realistas: comienza con objetivos pequeños y alcanzables como caminar 20 minutos al día (10 por la mañana y 10 por la tarde), 6 días a la semana; a medida que te sientas más cómodo, puedes aumentar gradualmente la intensidad y la duración de esas caminatas, y si no tienes tiempo intenta mantener ese mínimo diario.
  4. Haz un adecuado trabajo de fuerza y para ello no necesitas ir necesariamente a un gimnasio sino que lo puedes hacer en casa y aquí te dejo una rutina práctica de tan solo 7 minutos:

Y para concluir os dejo el esquema de otro estudio del Scandinavian Journal of Medicine and Science in Sports donde se muestra que la actividad física retrasa el deterioro inherente al envejecimiento, y sorprendentemente una persona de 80 años que ha entrenado físicamente tiene valores comparables de una persona sedentaria de 50 años.

Por todo lo expuesto, podemos que decir que si no hay actividad física no hay salud y que MOVERSE ES EL MEJOR ELIXIR DE LA JUVENTUD, así que una vez pasado el verano te animo a ponerte el propósito de moverte un poquito más, y si eres de León lo tienes más fácil a través de la Escuela INTELLIGENT Running: