La dieta Dukan

En otro artículo hicimos referencia a esta famosa dieta diseñada por el francés Pierre DUKAN, de ahí su nombre, y que, como dijimos, es una de las causas de la indeseada astenia otoñal.
Para mí, esta dieta hiperproteica es una auténtica aberración para la salud, ya que promueve menús totalmente desequilibrados, y no lo digo yo solo, sino que el 99% de los profesionales de la nutrición está en contra de tan polémica dieta. Pero el tirón a nivel de marketing que han tenido sus libros, y la facilidad para perder peso al principio, la convirtieron en la dieta de moda del verano.
A continuación me gustaría comentar algunos aspectos que salieron publicados en el periódico “El País” el pasado mes de septiembre:
“… el 80% recupera su peso inicial al cabo de cuatro años; el 35% lo hace en los primeros meses; el 48%, antes de un año, y el 64%, antes de los dos. Los del tercer año suman el 70%. Los datos de la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de la Alimentación francesa (Anses) son más demoledores: el porcentaje de la recuperación del peso sí es del 80%, pero ocurre durante los primeros 12 meses de la dieta”
“En España, los centros sanitarios consultados comentan que han encontrado dolencias relacionadas con el desequilibrio nutricional en pacientes seguidores de la dieta Dukan, como problemas renales, colesterol elevado, deshidratación, hinchazón de tobillos o cefaleas persistentes, pero consideran prematuro atribuir al régimen dichas dolencias”
“En los foros de control de peso de Internet, la inmensa mayoría de personas que abandonaron aseguran haberlo hecho por “fatiga persistente”, que en algunos casos les incapacitaba para llevar una vida normal”
“El Ministerio de Sanidad recuerda su desconfianza en las dietas milagro. La Asociación Española de Dietistas-Nutricionistas difundió un duro informe la pasada primavera, en el que calificaba el método Dukan de fraude”
“El catedrático de la Universidad de Navarra y experto en obesidad, Miguel A. Martínez-González, asegura que la clave del éxito de un régimen radica en que sea “nuestro y reconocible”. La dieta mediterránea no adulterada, es decir, la que se basa en las ensaladas, verduras, fruta, legumbres, pescado y poca carne, ha conseguido bajadas de peso estable, incluso enriquecida con un extra de aceite de oliva y frutos secos”