2 MEDIAS MARATONES PECULIARES: EL ESCORIAL Y PONFERRADA

En el vasto calendario de carreras populares nacional, hay pruebas que trascienden el mero hecho de calzarse unas zapatillas, sumar kilómetros y tratar de mejorar marcas, pues son eventos que se graban en la memoria del corredor por su singularidad, su atmósfera o el desafío que proponen. Y en este sentido, quiero compartir dos experiencias que, sin duda, ocupan un lugar privilegiado en mi top personal y que todo amante del running debería considerar.

“El milagro no es que terminara. El milagro es que tuve el coraje de empezar” (dorsal de la media de S. L. El Escorial)

La Dureza Majestuosa: MEDIA MARATÓN DE SAN LORENZO DE EL ESCORIAL

La edición número 22 de la Media Maratón de San Lorenzo de El Escorial, celebrada todos los años en el cambio de estación de primavera a verano, es de esas carreras que te obligan a redefinir el concepto de «media maratón de asfalto». Con un cupo limitado a solo 500 valientes, esta prueba madrileña se postula como una de las más duras de España, acumulando más de 500 METROS DE DESNIVEL POSITIVO por asfalto.

Para afrontarla tuve que hacer un mes específico de cuestas largas y con mucho miedo me planté en la línea de salida.

A pesar de ser la media maratón más exigente que he completado hasta la fecha, cada zancada fue un placer, y es que el recorrido es una maravilla visual, regalando unas vistas inmejorables y un serpenteo constante de «toboganes» tras coronar el desafiante Alto de Abantos.

La organización, con Fernando al frente, es un ejemplo de cercanía y dedicación, pues se respira un ambiente familiar y el trato exquisito de los numerosos voluntarios hace que cada corredor se sienta especial.

En mi caso, el fin de semana comenzó con la paz y el sosiego de la Hospedería del Valle de los Caídos, una elección perfecta para concentrarse en familia antes del gran reto como el de esta media maratón en la que pude subir al podium.

Como colofón, fueron a verme dos buenos amigos de Madrid: –> Jose Luis Herráiz (maratoniano de las Rozas al que entrené para completar los 6 maratones Majors: Nueva York, Londres, Chicago, Boston, Berlín y Tokio), y –> Juanma Montero (director de la mítica revista Sport Life en la que se incluyen muchos artículos míos de running). Ambos ya habían corrido la misma media en ediciones anteriores y coincidían con mis sensaciones: «una media realmente dura, con un encanto especial y totalmente diferente a todas las demás«.

La Magia de la Noche Berciana: MEDIA MARATÓN NOCTURNA DE PONFERRADA

Del reto diurno pasamos, 3 semanas después, a la fascinación de la noche con la Media Maratón Nocturna de Ponferrada, que se suele celebrar a principios del verano. La experiencia comenzaba de forma inigualable: una salida desde el imponente Castillo de Ponferrada a las 22:30 de la noche, bajo la expectación de un público entregado y con la mística presencia de templarios.

Con un trazado bastante llevadero por los alrededores de la capital berciana, la carrera ofrecía el aliciente de correr completamente a oscuras, solo con la iluminación urbana.

A medida que avanzábamos hacia el final, la subida a la Plaza del Ayuntamiento por «el Rañadero» nos sumergía en el vibrante ambiente nocturno de la ciudad: gente alternando en las calles a medianoche, animando sin descanso a los 400 participantes.

En meta había pantallas para poder seguir la carrera en directo, lo cual lo hacían más ameno para los acompañantes y el público. Y aquí os dejo la entrevista que me hicieron:

La llegada del primer corredor fue la del ya veterano Alejandro (Alex) Martínez, del cual cabe decir que tiene un gran palmarés nacional, y que con mucho entusiasmo, ayudó a la organización en los aspectos técnicos lo que se dejó notar en la calidad del evento.

Ya de madrugada y después de haber subido al pódium y disfrutar del poscarrera con compañeros de equipo, nos dirigimos de vuelta a casa con una gran satisfacción a pesar que era ya la 1 de la madrugada.

MÁS ALLÁ DEL CRONÓMETRO:

Ambas pruebas destacan no solo por su recorrido o su horario, sino porque al finalizar, los avituallamientos eran sumamente abundantes, con opciones que iban desde la bebida isotónica hasta cerveza y todo tipo de comida y picoteo, un auténtico lujo tras el esfuerzo.

Estas dos medias maratones, una en el corazón de Madrid y otra en el Bierzo leonés, son una excelente alternativa para aquellos corredores que buscan algo diferente. Son pruebas para disfrutar sin obsesionarse con el ritmo, simplemente adaptándose a la orografía en El Escorial o a la singularidad de la noche en Ponferrada.

Con más de un centenar de medias maratones en mis piernas, puedo afirmar que estas dos ocupan un lugar especial entre mis favoritas y las recomiendo encarecidamente a todos.